"Con esta propuesta, el Gobierno nos va a tener hablando sobre si aumentamos las penas, si aplicamos mano dura, es una fórmula distractiva que ya hemos visto antes, pero que no se dirige al tema de raíz estructural de la violencia contra la mujer (...) con un aparato burocrático que no atiende el problema y una cultura machista fuertemente arraigada", afirmó Vidal.
El 8 de marzo el jefe de Estado afirmó que la pena de muerte para violadores es una medida que se debe "evaluar" en el próximo Congreso que asumirá este mes y cuyo mandato se extenderá hasta julio de 2021.
Asimismo, apuntó que el presidente "sabe que en el nuevo Congreso no va a poder realizarse" por su corto mandato y lo fragmentado de su composición, con nueve bancadas y ninguna con mayoría considerable.
Feminicidios y mujeres desaparecidas
Según datos de la Defensoría del Pueblo, en Perú se han registrado 33 feminicidios en lo que va del año, además de 326 mujeres desaparecidas y 82 tentativas de feminicidios.
"Tenemos una ley desde 2015 contra la violencia a la mujer, esa ley hasta ahora no es conocida por la Policía que no atiende de manera eficiente los casos de violación con apego a la norma", declara la especialista.
Por otro lado, considera que la pena de muerte no disuade al agresor de cometer el delito.
"Un violador no va a pensar, al momento de cometer el delito, si va a ser castigado con pena de muerte y si acaso lo hace creo que lo más probable es que se ocupe de esconder mejor las evidencias", añadió Vidal.
Asimismo, la abogada afirma que un sistema de justicia como el peruano, lleno de falencias y poco confiable, no estaría preparado para aplicar una medida tan drástica como la pena capital.