"Quedan al desnudo las mentiras imperiales", escribió Díaz-Canel en su cuenta de la red social Twitter, donde cita además un artículo titulado "La manipulación de EEUU para dañar relaciones con Cuba fracasa ante evidencias científicas", publicado en el periódico Granma acerca de un encuentro internacional de científicos que discute el tema.
En agosto de 2017, el Departamento de Estado de EEUU dijo que casi dos docenas de diplomáticos que trabajaban en su Embajada en Cuba se vieron afectados por un incidente que se atribuyó a un misterioso dispositivo de audio y algunos de ellos sufrieron pérdida auditiva permanente y posibles lesiones cerebrales.
La afirmación se hizo el 1 de marzo en la primera sesión de un evento científico organizado por la Academia de Ciencias de Cuba, en coordinación con el Centro de Neurociencias de la isla, para abordar nuevamente estos hechos.
En el foro, con el título ¿Existe el síndrome de La Habana?, se debate sobre las diferentes investigaciones de este incidente, participan especialistas de EEUU, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Cuba.
"No hay evidencia de que hubo daños a las redes cerebrales de los supuestos diplomáticos atacados, no es posible sostener la idea de que supuestamente en Cuba ha ocurrido en un número de personas la misma enfermedad causada por un agente externo", indicó en el evento el doctor Mitchell Valdés Sosa, director del Centro de Neurociencias de Cuba, quien abogó por la colaboración abierta entre todas las partes para esclarecer esos hechos.
Según los expertos, las evidencias científicas presentadas en la primera jornada del foro desestiman las teorías esgrimidas por el Departamento de Estado de EEUU.
El periódico agrega que en la primera sesión del evento "queda desacreditada la teoría primaria de los "ataques sónicos contra diplomáticos del país norteño en esta capital".
Agrega, además, que "la búsqueda de lo sucedido ha sido obstaculizada por Washington que nunca permitió el acceso directo a los pacientes".
Los especialistas cubanos, independientes de EEUU y de otros países solo tienen los estudios realizados por las universidades de Pensilvania y Miami, subraya la nota del Granma.