"Con las medidas el ingreso petrolero de Venezuela ha disminuido en un 90%, pasando de 42.000 millones de dólares en el año 2013 a 4.000 millones de dólares en el año 2018. Las acciones han generado pérdidas al país que superan los 120.000 millones de dólares", expresó Arreaza durante su intervención en la 42 sesión del Consejo de DDHH en Ginebra.
Arreaza también condenó las declaraciones del enviado especial de EEUU para Venezuela, Elliott Abrams, sobre la persecución a empresas que transporten petróleo de esa nación sudamericana.
"Anunciaba que van a perseguir a los buques que transporte petróleo venezolano, a los buques que hagan trasvase de petróleo mar adentro los van a perseguir y sancionar a cada una de esas empresas", dijo.
El canciller reiteró que las medidas coercitivas unilaterales equivalen en la práctica a armas de destrucción masiva, y que se trata de una modalidad enmascarada de guerra.
"Se multiplican casi a diario las mal llamadas sanciones de los Estados Unidos, dirigidas a afectar la producción, a bloquear todas las vías de comercialización del petróleo y otros bienes venezolanos generando consecuencias económicas y humanitarias", acotó.
Arreaza dijo que aunque el Consejo ha condenado esas medidas en forma de sanciones económicas, el Gobierno de EEUU continúa implementando medidas coercitivas unilaterales bajo criterios ideologizados, con intención de obligar a otros Estados a renunciar al ejercicio de sus derechos soberanos.
El 17 de octubre de 2019, Venezuela obtuvo un asiento en el Consejo de DDHH de la ONU al recibir 105 votos a favor, en una elección en la que también resultó favorecido Brasil con 153 votos; mientras Costa Rica obtuvo 96 votos.