"Consternados repudiamos atentado contra periodista en Pedro Juan Caballero. El Sindicato de Periodistas del Paraguay expresa su indignación y dolor por el asesinato del colega Leo Veras (...) El dolor y la rabia nos invaden nuevamente ante el decimonoveno colega asesinado en nuestro país. Vemos que una vez más los grupos criminales intentan apagar la voz de los periodistas mediante las balas y la violencia, ante la complicidad de un Estado totalmente inficionado por la mafia y la narcopolítica", afirmó el sindicato en un comunicado.
El reportero murió en el hospital al que fue trasladado tras el ataque.
"Exigimos a las autoridades que de inmediato garanticen la vida y la seguridad de los colegas de la zona, además, de lograr aclarar este terrible crimen y juzgar debidamente a los culpables, evitando que nuevamente la impunidad se engalane (...) No se mata la verdad asesinando periodistas. Justicia para Leo y para todos los colegas asesinados en el ejercicio del oficio", afirmó el sindicato.
Por su parte, el jefe de Policía del departamento de Amambay, Ignacio Rodríguez Villalba, dijo este 13 de febrero a la radio ABC Cardinal que el asesinato está vinculado a las publicaciones que realizaba el periodista sobre el crimen organizado en la zona.
El funcionario afirmó que no existían denuncias de amenazas y que Veras tenía custodia policial "hace ocho a diez años"; sin embargo, no pudo precisar cuándo se le retiró la protección.
El fiscal Marco Amarilla, quien conversó con la esposa y el suegro del periodista, quienes también estaban dentro de la vivienda cuando ocurrió el asesinato, dijo al portal Hoy que la viuda afirmó que Veras "prácticamente se despidió" de la familia en los últimos días.
Estos desconocidos ingresaron rápidamente a la casa y dispararon contra el periodista, a pesar de que este intentó huir por la parte trasera de la vivienda.
Según la mujer, en los últimos días Veras se mostraba muy retraído, estresado y nervioso.
"Ella dice que él en un momento dado se despidió de su familia. Le pregunté si recibió alguna amenaza, [y] me dijo que no tuvo conocimiento pero que sí cree que podría haber recibido", relató el fiscal.
Veras ejercía su labor en las ciudades fronterizas de Pedro Juan Caballero, en su país, y la brasileña Ponta Porâ.