Bolsonaro dijo que Wajngarten sigue "más fuerte que nunca" y que el diario que destapó el escándalo, Folha de Sao Paulo, "debería cambiar de disco", según recoge ese mismo medio.
El 4 de febrero la Policía Federal atendió una petición de la Fiscalía y abrió una investigación para aclarar si el jefe de comunicación del Gobierno cometió corrupción pasiva, que significa el desvío de recursos por parte de agentes públicos, y abogacía administrativa, que se refiere al patrocinio de intereses privados en la administración pública.
Durante sus meses al frente de la Secretaría, las empresas que ya eran clientes pasaron a recibir un mayor porcentaje de dinero público, y además el secretario omitió ante la Comisión de Ética Pública de la Presidencia informaciones sobre las actividades que llevaba a cabo su empresa.