"¿Por qué [desplegar] la Guardia Nacional?, es porque necesitamos que se respeten nuestras leyes, como lo hacen todos los países, sin violar derechos humanos y también con protección", dijo el mandatario en su conferencia de prensa diaria, contestando la pregunta de un periodista sobre los incidentes ocurridos en la víspera.
López Obrador subrayó que con el accionar de la Guardia Nacional "se procura que se cumpla la ley sin violar derechos humanos; eso se ha logrado incluso ayer [el 20 de enero]".
El Instituto Nacional de Migración (INM), informó que tras los hechos ocurridos en la frontera, "alrededor de 500 personas extranjeras de origen centroamericano, en su mayoría de Honduras, ingresaron en condición irregular a territorio mexicano sin considerar los riesgos que ello implicaba para niñas, niños y adolescentes".
Otro objetivo de las autoridades mexicanas, además de respetar los derechos humanos, es "ofrecer refugio y protección", subrayó el jefe de Estado.
Además, explicó que el control sobre la identidad de los indocumentados es necesario, porque de lo contrario llegarían a la frontera con EEUU y serían atrapados por las bandas de delincuentes.
Según el comunicado del INM, de los 500 centroamericanos que ingresaron, los agentes federales migratorios con apoyo de la Guardia Nacional detuvieron a 402, que fueron trasladados a las instalaciones del Instituto para proporcionarles alojamiento y servicios básicos de salud, agua y alimentación.
Otros 58 extranjeros "se internaron por caminos no seguros de la zona selvática" de la región, según el informe oficial.
Elementos de los Grupos Beta del INM se encuentran en su búsqueda, "ante el peligro que representa el permanecer en esa área".
Otras 40 personas migrantes decidieron regresar caminando a la frontera con Guatemala.
Cinco integrantes de la Guardia Nacional resultaron con lesiones y son atendidos en centros de salud de Chiapas (sur), estado fronterizo con Guatemala, informó el Gobierno mexicano.