"Ante eventos de esta naturaleza, la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha señalado que la disponibilidad de armas deja poco espacio entre los impulsos asesinos y las acciones que resultan en la muerte", dijo en un comunicado la representación permanente en México de la ONU.
Un niño de 11 años disparó contra su maestra de inglés, que murió en el ataque, y contra sus compañeros, hiriendo a cinco de ellos y a un profesor de educación física en el Colegio Cervantes, y posteriormente se suicidó.
"La sociedad paga un alto precio por no enfrentarse y no tomar las medidas necesarias para proteger a las personas de la violencia armada; por ello, es indispensable combatir el tráfico ilegal de armas", prosigue el comunicado.
En México la venta de armas está "estrechamente controlada", sin embargo, en la década pasada más de dos millones de armas entraron ilegalmente en este país provenientes de EEUU, de acuerdo con cifras de la cancillería.
La representación de las agencias de la ONU indica que "el trabajo para eliminar la violencia, prejuicios y estereotipos es un componente esencial para terminar con este tipo de crímenes".
Finalmente, indica que "la construcción de una cultura de paz y desarrollo sostenible es uno de los objetivos principales de la ONU"; y que la educación "es esencial para fortalecer los fundamentos de la tolerancia y reducir la discriminación y la violencia".
Al momento de la masacre, el niño vestía una playera del videojuego de disparos "Natural Selection", de forma parecida a uno de los autores de la masacre en una escuela secundaria en Columbine, EEUU, donde dos jóvenes mataron e hirieron a decenas de alumnos y maestros en 1999.