"Ya habían aparecido a principios de octubre, pero era poquísima cantidad, esta vez hay más", explicaron al portal de noticias G1 fuentes de la Red de Turismo Comunitario de Caetanos de Cima.
Las localidades afectadas tienen menos de 200 habitantes y viven a base de la pesca artesanal, la agricultura y el turismo comunitario, por lo que el petróleo impacta gravemente en la economía local.
El balance más reciente del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), divulgado el pasado 27 de diciembre, informó que, desde finales de agosto, fueron más de 980 puntos de la costa afectados por las manchas de petróleo.
El derrame, del que todavía se desconoce el origen, afectó a los nueve estados que componen la región noreste y a algunas localidades de Río de Janeiro y Espírito Santo (en la región sureste), aunque en las últimas semanas estaba disminuyendo la intensidad del vertido.