"A pesar de las disposiciones progresistas de la Constitución, el reconocimiento de los derechos colectivos de las personas afrodescendientes y de las medidas positivas (…) el Grupo de Trabajo se encuentra profundamente preocupado por la situación de los derechos humanos de las personas afrodescendientes en Ecuador", dijo en una conferencia de prensa en Quito Ahmed Reid, miembro del Grupo.
Según Reid, esa discriminación se expresa particularmente en relación con el acceso a la justicia, seguridad, tierra, agua potable, educación, atención médica, vivienda y oportunidades de crecimiento económico.
Los ecuatorianos de ascendencia africana constituyen el 7,2% de la población local; sin embargo, representan el 40% de quienes viven en condiciones de pobreza.
Según datos oficiales, la provincia de Esmeraldas (norte), que tiene un 68,25% de población afrodescendiente, es donde mayor pobreza y exclusión existe en Ecuador.
En Esmeraldas, el 84,6% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, el 15,3% es analfabeta y solo el 23% tiene acceso a servicios básicos, enfatizó Reid.
Reid señaló que la educación, en particular, es un derecho que se ha negado a la población afroecuatoriana, que no logra ingresar a la universidad debido a la baja calidad de la educación recibida en los niveles de primaria y secundaria.
Añadió que el Grupo de Trabajo de la ONU está profundamente preocupado por las actividades desarrolladas por las industrias de extracción de recursos naturales (madera, cultivo de palma y minería) y por la falta de supervisión y sanciones aplicadas a estas industrias por parte del Estado.
Dijo que dichas industrias son responsables de algunas de las violaciones más graves de derechos humanos.
"Se trata de una situación de racismo ambiental producto de la contaminación sistemática del agua y del medio ambiente, de las amenazas y la intimidación a las comunidades y de los esfuerzos insuficientes por parte del Estado para evitar, sancionar y reparar dicha degradación", destacó Reid.
A nombre del Grupo de Trabajo de la ONU, Reid, entre otras cosas, pidió intensificar las campañas de sensibilización para combatir la discriminación racial, los estereotipos y todas las formas de discriminación; asegurar educación de calidad accesible, sobre todo en las comunidades rurales y marginadas, adoptar medidas para que los afroecuatorianos puedan acceder a la universidad, garantizar el acceso a la justicia y a las reparaciones para los afectados por las industrias extractivas.
El informe que divulgó este viernes el Grupo de Trabajo de la ONU es preliminar; el definitivo, con hallazgos y recomendaciones, será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en septiembre de 2020.