El grupo "estaría compuesto por venezolanos y brasileños que, residiendo en Roraima [norte de Brasil], comprarían ilegalmente oro extraído de yacimientos de Venezuela y de yacimientos clandestinos en el estado", y que en total se habrían comercializado de forma ilegal "1,2 toneladas de oro", informó la Policía en un comunicado.
El grupo habría actuado entre 2017 y 2019 y habría contado con la ayuda de funcionarios públicos, que recibían coimas a cambio de emitir documentos falsos que dieran apariencia de legalidad a los montantes de oro.
Según la Policía, al cambio actual el montante de oro comercializado ilegalmente asciende a 230 millones de reales (55 millones de dólares).
Un total de 150 policías cumplen 17 mandatos de prisión preventiva, cinco de prisión temporal y 48 búsquedas y aprehensiones de documentos.