Esa población desocupada es "aquella que no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición para hacerlo e hizo alguna actividad por obtener empleo)", indica el estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, estatal).
No obstante que es una cifra muy elevada, que en el lapso julio-septiembre se colocó en 56,4% de la Población Económicamente Activa (PEA), la tasa de "informalidad laboral" disminuyó 0,1 puntos porcentuales en el tercer trimestre de 2019, con relación al trimestre inmediato anterior.
El sector informal incluye "el trabajo doméstico remunerado de los hogares, trabajo agropecuario no protegido y trabajadores subordinados que aunque trabajan en unidades económicas formales, lo hacen en modalidades fuera de la seguridad social".
En tercer lugar aparece la "población ocupada en el sector informal" que alcanzó un total de 15,2 millones de personas en el trimestre de referencia.
En comparación con el año pasado, la población en esta situación en el sector informal aumentó 0,8 puntos porcentuales, a 7,7% de los ocupados.
Finalmente, en cuarto lugar, aparece la "población subocupada", que alcanzó los 4,3 millones de personas, cifra que representa 7,8% de las personas ocupadas.
La tasa de subocupación se incrementó 0,1 puntos porcentuales durante el periodo julio-septiembre de 2019, frente al trimestre que le antecede.
La población subocupada es la que tiene "necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le demanda", definen los encuestadores oficiales.
Durante el periodo julio septiembre de este año, la población de 15 años y más disponible para producir bienes y servicios en el país (PEA) fue de 57,3 millones que es un 60,4% del total de la población del país.
Un año antes había sido de 56 millones y el incremento de 1,4 millones de personas es consecuencia tanto del crecimiento demográfico.