La sucesión directa corresponde en caso de "vacancia ocasionada por la renuncia del jefe de Estado, no requiriéndose de Ley ni de Resolución Congresal para que el Vicepresidente asuma la Presidencia, sino que el Vicepresidente asume ipso facto la Presidencia", señaló el TCP en su comunicación a la Asamblea Plurinacional.
Como presidenta de facto del Senado por renuncia de la titular Adriana Salvatierra, aunque formalmente era segunda vicepresidenta, Áñez y las bancadas opositoras consideraron que ella ya estaba habilitada para asumir el mando, "sin designación ni juramento", explicó el senador Yerko Núñez, militante del partido derechista Demócratas al que pertence la nueva presidenta.
La sucesión fue proclamada sin previo aviso cuando en realidad estaba programada una sesión del Senado en la que se preveía que la mayoría del Movimiento al Socialismo, el partido del depuesto Evo Morales, debía decidir si confirmaba o no a Áñez como presidenta de la cámara, habilitándola así para un voto de sucesión en el pleno de la Asamblea.
Según la Constitución, la presidenta interina debe convocar a elecciones generales en un plazo de 90 días.
El abogado constitucionalista Marco Antonio Baldivieso dijo a la red Bolivisión que la decisión del Tribunal Constitucional "ha interpretado correctamente la norma, dando seguridad jurídica a la transición".
Añadió que no veía posibilidad alguna de una impugnación contra Áñez.