"El mando militar ha dispuesto que las Fuerzas Armadas ejecuten operaciones conjuntas con la Policía Boliviana para evitar sangre y luto a la familia boliviana, empleando en forma proporcional la fuerza contra las actividades de grupos vandálicos que causan terror en la población", dijo Kaliman leyendo un comunicado en conferencia de prensa.
Jefes policiales dijeron previamente que habían pedido la cooperación militar al verse rebasados por millares de manifestantes leales a Morales, entre ellos campesinos, que atacaron varios cuarteles policiales, destruyendo al menos dos de ellos.
Las cúpulas militar y policial establecieron así una coordinación directa ante la falta de ministros de Defensa y de Gobierno por la renuncia de Morales ocurrida el domingo, presionado por un golpe cívico-político contra su reelección.
Mientras el comandante militar hacía el anuncio de las operaciones callejeras, canales de televisión mostraban imágenes en vivo de una masiva marcha de campesinos leales a Morales, que pasó por el centro de La Paz gritando consignas en defensa del voto rural y de la bandera indígena wiphala, sin que se reportaran incidentes.
Calderón calificó como "delincuentes y vándalos" a los manifestantes que atacaron y saquearon durante el día cuarteles policiales, aunque sin que se reportaran daños personales.
Medios reportaron que este lunes 11 hubo además saqueos a domicilios y locales comerciales en varios barrios de La Paz, cometidos por grupos de supuestos campesinos y transportistas que se desplazaban a pie.