"En la fecha, a solicitud del Gobierno de México se concedió permiso de sobrevuelo y abastecimiento de combustible en nuestro país a un avión oficial mexicano, el cual ha partido a las 6.30 pm (23.30 GMT) con destino a Bolivia. Esta decisión es consistente con nuestras obligaciones derivadas de la Convención de Caracas de 1954 sobre Asilo Diplomático", afirmó la Cancillería peruana en un comunicado.
Asimismo, el Gobierno peruano reafirmó su voluntad de que se ejecute en Bolivia una "transición pacífica y dentro del orden constitucional".
Vizcarra "habilitó el espacio aéreo peruano para que pueda llegar un avión de México para buscarlo a Evo y se movió diplomáticamente para tratar de facilitar la llegada de ese avión, que todavía estamos esperando que llegue, pero que espero que llegue pronto", informó el próximo gobernante de Argentina durante la presentación de un libro en Buenos Aires.
Fernández también destacó el papel del mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, y del de Paraguay, Mario Abdo Benítez, para que el jefe de Estado de Bolivia pueda asilarse.
"Gracias a Dios, existe la solidaridad de presidentes y pueblos latinoamericanos que fueron en socorro del agredido, que se llama Evo Morales", sostuvo Fernández.
En primer lugar, el dirigente peronista insistió en agradecer al presidente de México, "quien generosamente y rápidamente fue en socorro de sus compatriotas, porque finalmente es nuestra patria Latinoamérica, que en Bolivia estaban siendo perseguidos, y asiló a decenas de bolivianos en la sede de su embajada. Mi gratitud eterna".
En paralelo, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, "me dijo que las puertas de Paraguay estaban abiertas para Evo Morales, para asilarlo y darle tranquilidad", reveló.
Como ya hiciera el domingo, Fernández volvió a insistir en que "ha habido un golpe de estado en Bolivia".
"Que nadie se confunda", añadió.
En Bolivia "se interrumpió la democracia y además las cosas se hicieron de tal modo que han generado una crisis social y un enfrentamiento tan enorme que no se sabe bien dónde termina", advirtió.
El Gobierno de Mauricio Macri se niega a reconocer lo sucedido en Bolivia como un golpe de Estado.
Morales renunció, denunciando un golpe de Estado, luego de que las jerarquías de las Fuerzas Armadas le "sugirieran" que debía dejar su cargo tras tres semanas de protestas y desórdenes por el resultado de las elecciones del 20 de octubre.
La renuncia se dio también tras convocar a nuevas elecciones debido a que auditores de la OEA sugirieron repetir la votación en Bolivia ante la constatación de irregularidades en el conteo de votos en las elecciones del 20 de octubre pasado, en las que Morales resultó ganador, según el Tribunal Supremo Electoral.