"Washington tiene una relación permanente con Beijing desde 1979, en cada país hay empresas del otro, sin mencionar la deuda billonaria de Estados Unidos con China… y, aun así, sus funcionarios cuestionan decisiones soberanas: deberían revisar eso", dijo a esta agencia el también titular de la Asociación de Amistad El Salvador-China (Asachi).
El parlamentario del opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) replicó así a las declaraciones que hizo durante su recuente visita a El Salvador la subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Julie Chung.
"Las declaraciones de esta señora son irresponsables e injerencistas, pero como ella, todos los funcionarios de Estados Unidos que llegan a Centroamérica lanzan el mismo discurso, sin respeto a las decisiones soberanas de cada Estado", aseguró Flores.
El diputado del partido salvadoreño de izquierda afirmó que las relaciones con China, establecidas por el segundo gobierno del FMLN en agosto de 2018, gozan de un 70% de popularidad en esta nación centroamericana, no solo a nivel del Ejecutivo, si no en las comunidades e instituciones favorecidas por la cooperación.
"Es muy difícil que la sociedad haga caso de esa retórica, porque la mayoría del pueblo salvadoreño ve con muy buenos ojos las relaciones con China", comentó el diputado.
La embajada de China en El Salvador también condenó mediante un comunicado las declaraciones de Chung, calificándolas de "irresponsables, infundadas e hipócritas", y recordó que Taiwán forma parte inalienable del territorio chino.
La legación desmintió que sus relaciones con El Salvador persigan intereses geopolíticos y exhortó a Estados Unidos a detener sus ataques a empresas chinas y a proporcionar un entorno justo, equitativo y no discriminatorio para la inversión y el funcionamiento de dichas instituciones.
El expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) anunció en agosto de 2018 la ruptura de relaciones con Taiwán para establecerlas con la República Popular China, adhiriéndose así al principio de "Una China" reconocido por Naciones Unidas.