"Manifestaciones como la del señor Eduardo Bolsonaro son repugnantes, desde el punto de vista democrático, y tienen que ser repelidas con toda la indignación posible por las instituciones brasileñas", expresó el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, en una nota oficial.
"Es absurdo ver a un agente político, fruto del sistema democrático, hacer cualquier tipo de incitación antidemocrática, esa afronta a la Constitución es inadmisible", dijo.
Tanto Maia como Alcolumbre pertenecen al partido Demócratas, de centro-derecha, y mantienen buenas relaciones con el Gobierno ultraderechista de Jair Bolsonaro, sobre todo en lo que respecta a la agenda económica de reformas.
Los nueve gobernadores de los estados del noreste del país difundieron un comunicado conjunto: "Defender la democracia es fundamental para que haya paz y prosperidad en Brasil, ¡dictadura nunca más!".
Uno de los jueces del Tribunal Supremo, Marco Aurelio Mello, también lamentó las palabras del diputado: "Tiempos más que extraños cuando se produce ese intento de desmembrar la democracia, vientos que quieren llevarse los aires democráticos", comentó al portal de noticias G1.
Diversos partidos de la oposición anunciaron que presentarán una petición formal para que el Consejo de Ética de la Cámara de Diputados suspenda el mandato de Eduardo Bolsonaro.
El portavoz del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Ivan Valente, afirmó que su partido presentará, además de la petición de anulación del mandato, una demanda criminal ante el Tribunal Supremo Federal.
"Quiere cerrar el Congreso Nacional, quiere violar el estado democrático de derecho y está pregonando una nueva dictadura", criticó.
La polémica comenzó a raíz de unas declaraciones del diputado en un canal de YouTube, donde decía que "si la izquierda se radicaliza" el Gobierno podría tomar medidas, como un nuevo AI-5.
Más tarde, Eduardo Bolsonaro se disculpó por sus declaraciones.
"Pido disculpas a quien por ventura haya entendido que estoy estudiando el retorno del AI-5 o haya pensado que el Gobierno, de alguna manera, estaría estudiando cualquier medida en ese sentido; esa posibilidad no existe, ahora bien, hay mucho de malinterpretación de lo que dije", aseguró el político en declaraciones a un programa de televisión de la cadena Band.
En cualquier caso, el diputado, citando las protestas de Chile, dijo que si la izquierda se "radicalizase" en Brasil "alguna medida sería tomada".
"Quizá haya sido infeliz al hablar del AI-5 porque no existe ninguna posibilidad de retorno del AI-5, pero, en en ese escenario (protestas como las de Chile) el Gobierno tiene que tomar las riendas de la situación", añadió.
El propio presidente, Jair Bolsonaro, también desautorizó a su hijo, diciendo que un nuevo AI-5 es impensable, pero poco después dijo que sus palabras fueron malinterpretadas.