"Thelma Cabrera es un símbolo de valentía, que sigue en la palestra de la lucha social y trabaja por una mayor organización para que el MLP encare a un Gobierno que salió de un fraude electoral, y que solo responderá a los intereses de las elites económicas", dijo López, excandidato a la vicepresidencia en los comicios de junio último.
Cabrera finalizó cuarta en la votación de las elecciones presidenciales del 16 de junio, y tras los resultados preliminares denunció un fraude electoral organizado por el llamado "pacto de corruptos", suerte de contubernio entre partidos tradicionales y políticos acusados de venalidad.
"Hubo un fraude orquestado por la (opositora) Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), que solo sirvió a la clase dominante para cerrar filas y poner a un candidato de la ultraderecha (el presidente electo, Alejandro Giammattei), opuesto a toda lucha social", reiteró López.
Ante los desafíos que planteará el futuro Gobierno para los sectores más vulnerables de la sociedad guatemalteca, el MLP con Cabrera a la cabeza mantiene su intercambio con las comunidades para apuntalar una plataforma política que tome en cuenta a sectores tradicionalmente marginados en la toma de decisiones.
La agenda del MLP insiste en la necesidad de un proyecto constituyente popular y plurinacional que aborde puntos estratégicos sobre temas estructurales que el Estado no ha querido retomar, y que incorpore las garantías a los derechos de la Madre Tierra.
Acusados por la derecha de ser izquierda radical, y por la izquierda de no tener ideología, los líderes del MLP insisten en definirse como "otra política", construida sobre la base de la ética y las decisiones colectivas.
"Nuestro movimiento impulsa una asamblea constituyente que traiga una alternativa al modelo neoliberal y que incorpore a los pueblos que nunca han sido tomados en cuenta para la elaboración de una nueva Constitución política", enfatizó López.
"Nos proponemos construir un Estado plurinacional, que apueste por una democracia representativa y comunitaria que sirva de alternativa al modelo republicano, que solo ha servido a los intereses de los grupos poderosos del país", explicó el dirigente, también salido de las filas del Codeca.
Guatemala estrenará Gobierno en enero próximo, cuando Giammattei releve en el cargo al también derechista Jimmy Morales, en un contexto marcado por el fin del mandato de una comisión internacional contra la impunidad, y en medio de un nuevo juicio contra exmilitares por el genocidio del pueblo maya ixil durante la dictadura de Fernando Romeo Lucas (1978-1982).
