El proyecto de declaración expresa "su más fuerte condena al ataque terrorista" de El Paso, perpetrado por un hombre armado con un fusil de asalto AK-47 a la vez que rechaza "la discriminación racial y los crímenes motivados por el odio, el racismo, la xenofobia e intolerancia incluyendo el discurso de superioridad racial".
La iniciativa mexicana ocupa el quinto lugar en el orden del día.
El proyecto de resolución contiene el "firme compromiso" de los Estados de la OEA de "adoptar todas las medidas necesarias a fin de combatir todas las formas de discriminación, intolerancia y xenofobia; y prevenir, investigar, procesar y en su caso castigar los delitos perpetrados con esas motivaciones".
El texto expresa condolencias a los familiares y personas allegadas a las víctimas y a la vez "su solidaridad con los pueblos y gobiernos de EEUU y México".
Siete consideraciones contienen los argumentos para votar esa condena, comenzando por la Carta de la OEA que "proclama los derechos fundamentales de la persona humana sin hacer distinción de raza, nacionalidad, credo o sexo".
En tercer lugar, la misma Convención prohíbe "toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional".
El documento se apoya, en cuarto lugar, en la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial.
El proyecto considera, en quinto lugar, que en el ataque de El Paso perdieron la vida o resultaron heridas casi 50 personas, y que ciudadanos mexicanos también fueron asesinados y heridos en el ataque.
Finalmente indica que los gobiernos de EEUU y México, así como otros de la OEA, y organismos internacionales, incluida la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, "han manifestado de manera categórica su más enérgica condena respecto a dichos sucesos".
Con base en confesiones del autor material, el Gobierno de México expuso su determinación de presentar jurídicamente el caso, tanto en EEUU como en cortes internacionales, como un acto de "terrorismo" dirigido directamente en contra la población mexicana en EEUU, para motivos de presunta "superioridad racial".
El supuesto autor del ataque, Patrick Crusius, recorrió unos 1.000 kilómetros, desde Dallas hasta El Paso, para contener a balazos lo que calificó como una "invasión hispana", según un manifiesto publicado en Internet.
El 83 por ciento de la población de El Paso es de origen hispano, sobre todo mexicano.