El 19 de agosto Francisco Arias Cárdenas presentó al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, las cartas credenciales que lo acreditan como embajador de la República Bolivariana de Venezuela en México.
Algunos medios criticaron el nombramiento de Cárdenas como jefe de la misión diplomática insistiendo en que su candidatura se aprobó de manera unilateral, sin consentimiento de la Asamblea Nacional de Venezuela, presidida por el opositor Juan Guaidó.
Asimismo reafirmó su neutralidad respecto a las partes del conflicto interno venezolano y expresó apoyo a la propuesta de Noruega que consiste en encontrar una vía al diálogo.
La Cancillería mexicana también subrayó que "el beneplácito o plácet a un embajador no se otorga con base en el procedimiento que en el Estado acreditante se lleva a cabo para nombrarlo".
Venezuela vive una crisis política y económica que se intensificó en enero, luego de que el diputado opositor Juan Guaidó, respaldado por Washington, se autoproclamara "presidente encargado" de la nación, algo que la administración del presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó de intento de golpe de Estado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por EEUU, al que se sumaron más de 50 países.
Rusia, China, Turquía, Bolivia y otras naciones reconocen a Maduro como el único presidente legítimo de Venezuela.
En tanto, México y Uruguay se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.