La medida de suspensión del uso "de radares estáticos, móviles y portátiles" estará en vigor hasta que el Ministerio de Infraestructura "concluya la reevaluación de la regulación de los procedimientos de fiscalización electrónica de velocidad en vías públicas", dice el decreto publicado en el Diario Oficial.
La medida afecta a los radares que la policía de carreteras usa de forma puntual y no a los radares fijos colocados en postes, que continuarán funcionando.
La medida es una promesa de campaña del presidente Jair Bolsonaro, que de forma frecuente critica lo que denomina la "industria de las multas".