"Hoy es un buen día para la dignidad de la vida, para el valor de los niños y el sentido de la familia, porque promulgamos la ley que permite a madres y padres sepultar con nombre y apellido a un hijo que muere antes de nacer", afirmó el mandatario en conferencia de prensa.
El proyecto, enviado por el mismo presidente el año pasado, permite algo que hasta entonces no era posible en Chile, que era la individualización de los restos de los mortinatos (muertos antes de nacer).
"Con un proyecto muy simple estamos dando un paso adelante hacia una sociedad más humana, que comprende mejor el dolor de los demás, aunque sea solo un gesto simbólico como es un nombre", señaló el presidente durante la ceremonia de promulgación, en la sede de Gobierno, el Palacio de La Moneda.
El proyecto fue aprobado con un respaldo transversal en el Congreso por parlamentarios oficialistas y de oposición en julio de este año.