"Nos incomoda el hecho de que el tema se transforme, aquí dentro, en guerra política, y fuera, en guerra comercial", dijo la ministra en un encuentro con periodistas, añadiendo: "Me preocupa transmitir una imagen que resultará en cuestionamientos en el exterior, si aquí dentro hay dudas, ¿por qué no las habría fuera?", se preguntó, según recoge la Agencia Brasil.
En lo que va de año, el Ministerio de Agricultura brasileño autorizó el uso de 262 plaguicidas.
Según organizaciones como Greenpeace, el ritmo de autorizaciones no tiene precedentes, y muchos de los productos que están siendo autorizados en Brasil están prohibidos en la Unión Europea por su elevada toxicidad.
La ministra, en cambio, rebatió esa idea: "Nadie está colocando veneno en el plato del consumidor brasileño", dijo.
Corraa añadió que del total de plaguicidas registrados recientemente apenas siete son nuevos; el resto serían genéricos o equivalentes a los que ya existen en el mercado.
Brasil es uno de los principales productores de alimentos del mundo y el sector agrícola y ganadero es uno de los pilares de su economía.
Según estimaciones del Ministerio de Agricultura, en 2019 el sector responderá por el 21,6% del Producto Interno Bruto del país.