"Hoy han vuelto a aparecer las viejas mañas de la vieja política, de aquellos tiempos en los que se compraban y vendían candidatos, de aquellos políticos que compraban a los que no convencían", denunció en conferencia de prensa Rubén Costas, el jefe de Bolivia dijo No y gobernador del departamento oriental de Santa Cruz.
Costas declaró horas después de que Rodríguez divulgara su carta de renuncia entregada al Tribunal Supremo Electoral (TSE), en la cual afirmaba que, en la actual pre-campaña hacia las elecciones generales del 20 de octubre, el frente Bolivia dijo No, que postula a Oscar Ortiz, "cuestiona, critica y ataca" a Mesa y no a Morales.
El gobernador derechista señaló que la renuncia de Rodríguez no tendría valor legal, como ocurrió con la del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), que fue rechazada el jueves por el TSE arguyendo que no estaba motivada por problemas de salud insalvables.
Costas afirmó que "queda claro que hay otros intereses detrás de esta renuncia" y advirtió que "si quienes han tramado esta traición creen que van a crecer electoralmente con ella, están equivocados".
Desde el oficialismo, la diputada Sonia Brito dijo que la crisis de Bolivia dijo No era previsible.
"Hemos dicho varias veces que la oposición se está desmoronando por falta de coherencia y de propuestas concretas, todo lo hacen por intereses de corto plazo y sectarios, y esto se está comprobando ahora", afirmó.
En diversas encuestas de intención de voto publicadas por los medios locales, Morales ronda el 40% de preferencia, con al menos diez puntos de diferencia sobre Mesa, en tanto que el apoyo a Ortiz era del 10%.
Según la ley boliviana, para ganar la elección presidencial en primera ronda un candidato debe obtener mayoría absoluta de votos o al menos 40% con una ventaja de diez puntos porcentuales sobre el segundo.