"La deuda externa del país se encuentra en niveles sostenibles, muy por debajo de los límites establecidos por los organismos internacionales", dijo Ramos en una declaración divulgada por la oficina de prensa del BCB.
Ramos señaló que, sin cambios significativos respecto a los primeros meses de este año, el saldo de la deuda externa pública a fines de mayo equivalía a 23,6% del Producto Interno Bruto, un indicador de solvencia bajo frente al límite de 50% recomendado por organismos internacionales.
"Esto refleja un amplio margen de endeudamiento", aseguró la autoridad.
A fines de febrero, el saldo de la deuda externa boliviana era de 10.177 millones de dólares, menos de la cuarta parte de un PIB calculado en más de 42.000 millones de dólares.
El presidente del BCB destacó que la deuda externa que contrae Bolivia se destina a proyectos de desarrollo económico y social.
La semana pasada, la diputada opositora Jimena Costas denunció un supuestamente acelerado endeudamiento, que atribuyó a "la dificultad que ha tenido el Estado para poder cubrir sus gastos debido a la caída de su principal fuente de ingresos, la exportación de gas", publicó el diario El Deber.
"El Gobierno trata de cubrir los continuos déficits fiscales con endeudamiento", dijo la diputada.
Respondiendo también a estas observaciones, el ministro de Economía, Luis Arce, dijo que la estabilidad económica de Bolivia había sido confirmada por un reciente informe de la calificadora de riesgo Fitch, que mantuvo para el país la nota de BB-.
"El informe de Ficth destaca el manejo de la deuda externa, también destaca la sólida posición de las Reservas Internacionales pese a la disminución que ellos observan que cayó, pero también dicen que el nivel de reservas es suficiente para Bolivia", dijo Arce el fin de semana pasado a la red de medios estatales.
Añadió que el Gobierno mantiene su pronóstico de crecimiento del PIB de 4,5% para este año.