"La Misión de Observación Electoral lamenta el clima de confusión que se ha generado con posterioridad a los comicios. Sin embargo, reitera que los problemas acontecidos no alteran la voluntad de la ciudadanía expresada en las urnas", señala la nota publicada por la OEA en su web.
Para la delegación es fundamental que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) brinde a la menor brevedad posible los resultados definitivos de las elecciones del pasado 16 de junio, y abogó por que una investigación iniciada por el Ministerio Público no interfiera con el escrutinio final.
Al respecto, los observadores de la OEA afirmaron que los resultados preliminares divulgados por el TSE coinciden con la información recopilada por la Misión y con los datos entregados por la organización Mirador Electoral.
"La Misión reitera su rechazo a las denuncias infundadas de fraude y a cualquier esfuerzo por entorpecer la consolidación de los resultados", acotó el pronunciamiento de la delegación encabezada por el expresidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís.
En el allanamiento realizado se busca crear una copia de respaldo de la base de datos de los sistemas informáticos y digitales utilizados por el TSE en las elecciones generales.
Este proceso se da luego de que partidos políticos, organizaciones y candidatos señalaron ciertas diferencias entre los datos consignados por las juntas receptoras de votos y los que aparecían en el sistema informático del TSE.
La Fiscal General de Guatemala, Consuelo Porras, negó que el allanamiento implique la interrupción del conteo de votos iniciado por el TSE.
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Un 60% de los 8,1 millones de guatemaltecos empadronados votó el pasado 16 de junio para elegir al presidente y vicepresidente, 160 diputados, 340 cargos municipales y 40 miembros del Parlamento Centroamericano (Parlacen) para el período 2020-2024.