El Tribunal Supremo de Brasil analiza la petición de libertad del expresidente Lula

RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Un segundo grupo del Supremo Tribunal Federal de Brasil, compuesto por cinco magistrados, cambió de opinión repentinamente y empezó el análisis de dos recursos por la puesta en libertad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011).

"El segundo grupo del Supremo Tribunal Federal analiza dos habeas corpus presentados por la defensa del expresidente", informó la corte suprema en su cuenta de Twitter al abrir la sesión la tarde de este 25 de junio.

La evaluación de los recursos sobre Lula ya estaba en la agenda prevista para este martes desde hacía tiempo, pero el lunes el magistrado Gilmar Mendes pidió más tiempo para decidir su voto por lo que el grupo de magistrados aplazó la deliberación sine die, decisión que rectificaron este 25 de junio tras la presión de la defensa del expresidente, quien se encuentra preso desde abril de 2018.

El abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, argumentó en la tribuna de la corte que el expresidente está preso desde hace más de 400 días y que la deliberación sobre el recurso que acusa de parcialidad al juez que lo condenó en primera instancia, el ahora ministro de Justicia Sérgio Moro, ya se inició, por lo que lo mejor es concluirla cuanto antes.

Ante el Supremo se encuentran dos recursos: el primero y más importante fue presentado en noviembre alegando que Lula debe ser absuelto porque Moro no habría actuado de forma imparcial.

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La defensa del expresidente izquierdista alega que la parcialidad quedó expuesta cuando Moro fue nombrado ministro de Justicia del Gobierno de Jair Bolsonaro, quien se benefició de que Lula no estuviera en la carrera electoral.

En los últimos días, los abogados de Lula reforzaron esa petición con documentos de las filtraciones de la Operación Lava Jato que apuntan una colaboración indebida entre el juez Moro y el fiscal Deltan Dallagnol para perjudicar al exmandatario.

El segundo recurso cuestiona la actuación del juez del Tribunal Superior de Justicia, Felix Fischer, quien rechazó un pedido de la defensa de Lula de anulación de la condena bajo el argumento de que Moro habría ordenado la detención del exmandatario sin respetar los trámites legales.

Lula cumple desde abril de 2018 en Curitiba (sur) una condena de ocho años y 10 meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero.

El exmandatario fue acusado de recibir de manos de la empresa OAS (una de las contratistas de la compañía estatal Petrobras) un apartamento en Guarujá (costa de São Paulo, sureste), que según la justicia sería una recompensa por favores prestados dentro de la trama de corrupción de la petrolera estatal.

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Lula siempre negó que el inmueble fuera suyo, y en la investigación fiscal no pudo probarse el nexo entre el apartamento y los beneficios concretos otorgados a OAS gracias a sobornos.