"Lo que le pedimos al Gobierno de Chile no es que cambien sus políticas migratorias, porque cada país pone sus propias reglas, lo que nosotros pedimos es que se sensibilicen con nuestro dolor e interpongan medidas humanitarias para los que esperan en las fronteras", dijo Rincón.
La medida generó atascos en los paso de frontera norte, donde cientos de familias venezolanas han quedado varadas y durmiendo a la intemperie mientras esperan se les permita ingresar o se rechace su solicitud.
"El problema fue que la decisión del Gobierno de Chile no se informó con tiempo, no nos dijeron nada al respecto y cientos de personas llegaron sin saber; esto se debió haber comunicado antes, como lo hizo Perú cuando estableció sus nuevas exigencias", criticó Rincón.
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También Perú comenzó este mes a exigir visados, aunque anunció la nueva política con varias semanas de antelación.
Rincón aclaró que no está en contra de la medida, pero estimó importante adaptar las instalaciones en las fronteras para acelerar los procesos de revisión de documentos.
"Quizás esta nueva exigencia pudo haber sido implementada de manera más paulatina, para agilizar los procesos fronterizos y que los niños y las embarazadas no tengan que esperar en la frontera sin un techo donde dormir o sin comida", criticó.
"Recuerden que mi país recibió a miles de chilenos durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile (1973-1990)", dijo.
El Servicio Jesuita a Migrantes de Chile denunció la semana pasada la situación de cientos de venezolanos varados en la frontera y en particular en el paso norte de Chacalluta, incluso días antes de que se exigiera la nueva visa.
El director del Servicio Jesuita, José Tomás Vicuña, aseguró en entrevista con esta agencia que la principal razón de que unas 200 personas estuviesen a la intemperie, con hambre y sin abrigo, obedecía a "ambigüedades en los criterios de ingreso de migrantes".
Vicuña denunció nuevamente a través de un video publicado en sus redes sociales que sigue habiendo personas varadas en la frontera.
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En Chile residen 1.251.255 extranjeros, de los cuales unos 750.000 ingresaron en los últimos cuatro años, según cifras oficiales.
Los venezolanos constituyen la mayor comunidad inmigrante, con 283.233 personas, seguidos por los peruanos (223.023), haitianos (179.338) y colombianos (146.658).
