"Decreta primero establecer la vigencia del funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, poder plenipotenciario de la nación y símbolo indeclinable de la voluntad democrática de nuestro pueblo, al menos hasta el día 31 de diciembre de 2020", dijo el presidente del órgano integrado solo por oficialistas, Diosdado Cabello.
El 1 mayo de 2017, el presidente Nicolás Maduro convocó a la ANC para redactar una nueva Constitución.
El Consejo Nacional Electoral fijo las elecciones de los constituyentes para el 30 de julio de 2017.
Esa elección, que la oposición consideró ilegítima pues el pueblo no fue consultado previamente sobre la conveniencia de establecer una nueva ANC, contó con una participación del 41% de los habilitados para votar.
Los más de 540 miembros de la ANC son oficialistas.
A poco de establecerse la ANC asumió las funciones de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral, de mayoría opositora), que había sido declarada en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia en 2016.
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La ANC, pese a que lleva casi dos años de funcionamiento, no ha presentado todavía el proyecto de la nueva Constitución; se ignora en qué estado se encuentran sus trabajos.
La decisión de extender el mandato fue adoptado por la ANC el 20 de mayo, al cumplirse un año de la reelección de Maduro para gobernar en el período 2019-2025.
En esos comicios no participaron los partidos tradicionales de oposición, que consideraron que el proceso carecía de "transparencia y legalidad".
Los resultados electorales no fueron reconocidos por más de 50 países.
La juramentación de Maduro el 10 de enero agudizó la crisis política en esta nación sudamericana.
El 23 de enero el diputado opositor Juan Guaidó, elegido titular del parlamento unicameral pero desconocido por el Tribunal Supremo de Justicia, se autoproclamó "presidente encargado" del país.
Inmediatamente fue reconocido por EEUU, varios países de la región y de Europa.
Rusia, así como Bolivia, China, Cuba, Irán y Turquía, reafirmaron su respaldo al actual Gobierno venezolano.
