"La estrategia tiene tres componentes: educación, salud y comunicación, y forma parte de la política de paz", dijo el titular de la secretaría federal de Comunicación Social, vocero del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el primer componente, educativo, "se buscará formar a maestros en la prevención de adicciones; dar capacitación a padres para detección, prevención y canalización, y que las escuelas se conviertan en centros de acción comunitaria de prevención e información".
En materia comunicacional contiene cuatro elementos "escuchar, darse cuenta del consumo, dialogar y cuidarse entre todos", dijo el portavoz gubernamental.
En el país hay 2,2 millones de consumidores de "sustancias psicoactivas", un 1,7% de la población total de 129 millones de habitantes, de los cuales 230.000 son niños y adolescentes, según las cifras oficiales presentadas.
No obstante, el consumo de drogas entre jóvenes, se disparó de 5,2 a 9,9% en una década.
En cuanto al consumo de tabaco, hay 15 millones de usuarios, entre ellos 700.000 menores de edad de 12 a 17 años.
Ramírez Cuevas explicó que a partir de los atentados terroristas contra EEUU, del 11 de septiembre del 2001, "la situación en la frontera y las nuevas políticas de seguridad en ese país hicieron que parte del mercado de las drogas permaneciera, o ante la imposibilidad de cruzar la frontera, se comenzaran a comercializar aquí", en México.
La estrategia de guerra contra el narcotráfico, basada en despliegues militares "no solo fue un fracaso en materia de seguridad, sino potenció el uso y abuso de sustancias psicoactivas ilegales", dijo el portavoz presidencial.
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El consumo de drogas se duplicó desde el 2007 hasta 2017, abarcando a "casi el 10% de la población", señaló.
Por su parte, el presidente dijo que Gobierno aplicará tres pasos en esa campaña.
"Primero, que el Gobierno cumpla con su función social, que haya desarrollo, buenos ejemplos y de esa manera podamos enfrentar el problema de la inseguridad, violencia y consumo de drogas", atendiendo a las causas y a los jóvenes.
Y el tercero, es un programa para "hacerle ver a los jóvenes que hay formas de ser feliz (...), atender a la gente, en vez de los operativos militares para reprimir".
En el país hay 16 millones de jóvenes que viven en la pobreza, en riesgo de ser enganchados por el crimen organizado, puntualizó.