"Regular los productos y vender cantidades limitadas, que permitan que haya equidad en la distribución, para que mayor cantidad de personas puedan comprar y acceder a los productos, y evitar el acaparamiento, que es un flagelo con el que estamos conviviendo", expresó la titular de Comercio Interior, en entrevista con el sistema informativo de la televisión local.
También se refirió a los productos de aseo e higiene que serán reguladas sus ventas, entre los que señaló el jabón de lavar y el de baño o tocador.
Según la ministra Díaz, en el caso del aceite vegetal, aun cuando se ha ido estabilizando la producción nacional, la demanda supera la oferta debido al período de desabastecimiento de los últimos meses.
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Díaz explicó además que el pollo es un producto que depende únicamente de las importaciones, y se venderán hasta cinco kilogramos por persona en las tiendas o mercados en moneda nacional, o dos paquetes en las tiendas en divisas.
A todas estas medidas aplicadas por el Gobierno de la isla para enfrentar la crisis alimentaria que desde hace meses golpea al país, se añade el incremento desmedido de los precios en la carne de cerdo –casi roza los tres dólares por libra-, y de las frutas y vegetales, con precios casi prohibitivos para el cubano común en los mercados privados o cooperativos no estatales.
Esto, unido a los precios que imponen los acaparadores, que acumulan los exiguos surtidos en las tiendas para después revender al doble o el triple de su precio original, provoca irritación en la población, que no ve una solución inmediata a la crisis que se avecina.