"No hay nada que negociar; si es inconstitucional tiene que dejar de existir, quien tendrá la palabra final será el plenario de la Cámara (de diputados) o la Justicia", afirmó el presidente en rueda de prensa, según recoge el diario O Globo.
Esta semana, el presidente brasileño firmó un decreto que modifica el Estatuto del Desarme de 2003 y permite el porte de armas de fuego a 20 categorías profesionales, como políticos, abogados, camioneros y periodistas, entre otras medidas que buscan facilitar el acceso a las armas por parte de los ciudadanos.
El partido de la oposición Rede presentó un recurso ante el Tribunal Supremo Federal alegando inconstitucionalidad del decreto, y la jueza Rosa Weber dio este 10 de mayo a Bolsonaro un plazo de cinco días para que explique los detalles de la norma.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, aseguró que el texto tiene "varias inconstitucionalidades", y en el mismo sentido se pronunciaron los pareces técnicos de la Cámara y del Senado.
El principal argumento es que al ampliar el porte de armas por decreto el presidente habría vulnerado el Estatuto del Desarme, que fue instituido por ley y que sólo podría ser alterado por una nueva legislación producida por el Congreso Nacional.
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