"La licitación se declara desierta, porque en lo fundamental estaban pidiendo mucho, se pasaron de los 8.000 millones de dólares [presupuestados], y en el tiempo de construcción; y no vamos a hacer ninguna obra que no podamos terminar durante el sexenio [2018-2024], vamos a iniciar esta obra el día 2 de junio", dijo el mandatario en conferencia de prensa.
Las dos compañías invitadas a concursar fueron la francesa Tecnip y la estadounidense KBR, y los consorcios estaban formados por la australiana Worley Parsons y la estadounidense Jacobs, y por la estadounidense Bechtel asociada con la ítalo-argentina Techint (que no presentó propuesta).
De las tres propuestas recibidas, al vencer el plazo la víspera, "unas estimaron 10.000 otras 12.000 millones de dólares y solo una se comprometía a construirla para 2023, y otra en 2025, no vamos a dejar obras inclusas", subrayó el mandatario, que estimó un ahorro en la inversión de un 40%.
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Han transcurrido 40 años desde que que Pemex construyó la última refinería, en el puerto petrolero de Salina Cruz, estado de Oaxaca (sur), en las costas del Pacífico.
Pemex destinará todos su departamento técnico de proyectos con el apoyo del Instituto Mexicano del Petróleo, "se crearán 100.000 empleos en la construcción y va a estar terminada en mayo de 2022", precisó el jefe del Ejecutivo.
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El gobierno federal cuenta con 50.000 millones de pesos (2.600 millones de dólares) para comenzar la construcción bajo responsabilidad de la secretaria de Energía Rocío Nhale, que representa la tercera parte del presupuesto "sin contratar deuda", detalló el presidente.
En busca de autosuficiencia energética
El director general de Pemex, Octavio Romero, dijo a su turno que "la autosuficiencia energética, como principio de seguridad nacional, es un objetivo estratégico" gubernamental.
La empresa "pondrá todos sus recursos técnicos, humanos y sus capacidades", para una "gestión autónoma" de la obra, afirmó.
El Gobierno firmará además un convenio de cooperación con la Organización de Naciones Unidas (ONU), para asesoría del proyecto.
Sin embargo, "por primera vez en 10 años, Pemex no ha contratado deuda en el primer trimestre del año", aseguró el titular de la compañía.
En un mensaje a las calificadoras de riesgo financiero, el mandatario intervino para señalar que "la deuda de Pemex es como si fuese deuda soberana, para que quede claro, tiene todo el respaldo del Gobierno federal".
Romero ilustró con cifras oficiales la dependencia de México de las importaciones de energéticos refinados, sobre todo de EEUU.
El año pasado, el consumo nacional de gasolinas y productos petrolíferos fue de 1,2 millones de barriles diarios (b/d).
En cambio, "la producción nacional promedio (de gasolinas, diesel y petrolíferos) fue de 360.000 b/d", en 2018.
"El diferencial se cubrió con importaciones, poniendo en riesgo la seguridad energética del país", indicó el titular de la petrolera.
Para cubrir la demanda interna de energéticos refinados, las importaciones superaron los 800.000 b/d.
"No sería posible satisfacer la demanda actual, por eso vamos a construir una nueva refinería, para lograr el rescate la soberanía energética", explicó el alto cargo.
La nueva refinería tendrá una capacidad de 340.000 b/d, y se construirá en 550 hectáreas federales del puerto de Dos Bocas (este), en costas del Golfo de México.
Por otra parte, la producción de petróleo crudo mexicana cayó año tras año desde 2004, cuando México alcanzó su máximo histórico de 3,4 millones b/d.
"La producción nacional tocó fondo", reseñó el director de la firma.
Sin embargo, por primera vez en 15 años, a principios de 2019, ocurrió un repunte de la producción.
"Para el primer trimestre de este año, producimos alrededor de 1,7 millones b/d", destacó Romero Oropeza.
Para 2024, el Gobierno tiene la meta de elevar la producción de crudo a 2,4 millones b/d.