"Esperamos que el ministro (de Economía) Luis Arce replantee conscientemente la propuesta que nos hizo el fin de semana antes de que los sectores laborales debatan medidas de presión, o vamos a definir todo directamente con el presidente Evo", dijo a reporteros el líder de la Central Obrera Boliviana, Juan Carlos Huarachi.
El dirigente hizo la declaración mientras esperaba la reanudación de la negociación entre la COB y el Gobierno, que entró en cuarto intermedio desde que el ministro Arce planteara el 27 de abril un aumento salarial general de 2,5%, dejando sin cambios el salario mínimo nacional.
Esa propuesta fue rechazada de plano por la organización sindical, que había pedido un incremento de 12% a los salarios en general y un alza de 10% al salario mínimo, que equivale actualmente a 296 dólares mensuales.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados, Luis Barbery, dijo a la red de televisión Unitel que ese sector confiaba en que el Gobierno mantenga su posición, evitando un aumento salarial "exagerado" que ponga en riesgo a los empleos.
Huarachi dijo a reporteros que varias organizaciones sindicales nacionales, particularmente las poderosas federaciones de mineros, fabriles y maestros, habían amenazado con convocar a protestas sectoriales si el Gobierno no mejoraba su ofrecimiento salarial.
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"La propuesta de la COB es seria, sustentada en análisis de la realidad y en las necesidades de los trabajadores", sostuvo el líder de la central, organización sindical de asalariados y diversos sectores de trabajadores por cuenta propia que respalda abiertamente al Gobierno de Morales.
Como ocurrió en la última década, la negociación salarial anual involucra al Gobierno y a la COB, sin participación empresarial.
Arce recordó que el Gobierno sigue su línea de incrementar salarios tomando como referencia la inflación minorista acumulada el año anterior, que en 2018 fue de 1,51%.
Tradicionalmente, el presidente Morales firma el decreto de aumento salarial el 1 de mayo, Día del Trabajador.
