"Indudablemente, las relaciones entre Rusia y Bolivia están en un muy buen momento", dijo en la VIII Conferencia de Seguridad Internacional de Moscú, que se celebró entre el 23 y el 25 de abril.
"En La Paz, Bolivia, estamos también preparando esa agenda presidencial no únicamente en el tema de seguridad y defensa, sino en todos los temas comerciales, productivos, económicos que nos unen a Rusia y Bolivia", relató.
Además de estos ámbitos, indicó, los dos países tienen cooperación en los campos de la industria, la minería, las energías alternativas, la medicina y la educación.
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La visita del presidente Morales a Rusia está programada para el 11 de julio, según anunció en marzo pasado el canciller boliviano, Diego Pary Rodríguez.
"La próxima reunión va a ser la primera semana de julio en la ciudad de La Paz, Bolivia, donde vamos a tener nuestra quinta sesión", dijo Begazo Ampuero, quién encabeza el comité intergubernamental por parte de Bolivia.
El viceministro boliviano comentó que aprovechó su participación en la Conferencia de Seguridad Internacional para reunirse el martes pasado con Anatoli Punchuk, director adjunto del Servicio Federal para la Cooperación Técnico-Militar de Rusia, quien preside el comité por la parte rusa.
"Tenemos temas de cooperación en el ámbito de intercambio académico, de cadetes, de personal profesional, de personal especialista; tenemos temas de desarrollo de industria militar con nuestra Corporación de Desarrollo; tenemos temas para tratar en el ámbito académico con nuestra Escuela Militar de Ingeniería, y en el estricto tema de seguridad y defensa tenemos vigilancia y protección de fronteras, así como el potenciamiento de nuestras Fuerzas Armadas", detalló.
Conflicto en Venezuela
Es poco probable que en Venezuela estalle un conflicto armado, dijo José Luis Begazo Ampuero.
"No veo cerca un conflicto armado, se ha dicho en todos los foros, en todos los Estados que la solución a esta difícil situación de Venezuela es una solución político-diplomática", sostuvo.
El alto mando boliviano resaltó que les corresponde definir su futuro a los propios ciudadanos venezolanos, que "en obediencia a sus leyes, a sus normas y a su Constitución tienen que encaminar a su país hacia el mejor rumbo para tener aquellos años gloriosos como han tenido hace años atrás, en los que Venezuela era una envidia de los países sudamericanos".
El 5 de enero, el diputado Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral de mayoría opositora, en desacato desde 2016.
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El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el diputado se autoproclamó "presidente encargado" de Venezuela, apelando a un artículo de la Constitución que prevé la figura en caso de que exista un vacío de poder, pero no bajo el argumento de "usurpación del cargo", como alegó Guaidó.
Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU, a los que se sumaron unos 50 países.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, siguen apoyando al Gobierno de Maduro.
México y Uruguay se negaron a reconocer a Guaidó, se declararon neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.
A principios de febrero, el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró que no descarta una opción militar contra Venezuela.
Unasur
Bolivia mantiene la confianza en que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) siga funcionando pese a que varios países de América del Sur hayan denunciado su Tratado Constitutivo, declaró el viceministro boliviano.
"Nos apena y nos duele muchísimo que varios países sudamericanos desconozcan los fines, los propósitos de este Tratado Constitutivo, sin embargo, mantenemos la esperanza de que esto va a seguir funcionando", dijo.
La Unasur es un organismo creado en 2008 con el objetivo de aunar esfuerzos para desarrollar la región, integrado actualmente por Bolivia, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Para reemplazar a la Unasur se creó este año el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), una iniciativa regional impulsada principalmente por los presidentes Sebastián Piñera, de Chile, e Iván Duque, de Colombia, e integrada por ambos países más Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay y Perú.
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La Unasur entró en crisis coincidiendo con el inicio de la presidencia temporal boliviana, en abril de 2018.
