"Si fuera por nosotros este proyecto seguiría adelante; el problema es que es muy costosa la solución que ellos (los estudiantes) presentaron. El prototipo presentado cuesta en Uruguay 1,2 millones de dólares", comentó González, profesora de informática.
El proyecto consiste en un robot de lego con inteligencia artificial para asistir psicológicamente a los astronautas.
La "propuesta consiste en grabar terapias interactivas por medio de hologramas e inteligencia artificial para que los astronautas, sujetos a estrés, puedan tener ayuda psicológica a miles de kilómetros de la Tierra", explica un artículo del gubernamental Plan Ceibal.
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El equipo está integrado por Paulina Etcheverría, Tamara Balaguer, Lautaro Ferraro, Lautaro González, Agustín De León y Tobías Iroa.
Sin embargo, González considero que "es imposible" que ese proyecto "pueda llegar a desarrollarse" en la escuela secundaria de Migues.
"No tenemos los medios económicos, necesitaríamos un sponsor o varios sponsors que nos permitan llevar adelante este proyecto", aseguró y aclaró que no obtuvieron dinero por el premio recibido.
De todas maneras, la profesora comentó que mientras trabajaban en la investigación tuvieron conocimiento de que hay entidades gubernamentales como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación o la Agencia Nacional de Desarrollo a las que podrían acudir.
Problemas espaciales
"Leímos que el astronauta tenía problemas en su columna vertebral, que le crecía cinco centímetros, y nos pusimos en contacto con especialistas en Uruguay y todos nos dijeron lo mismo: que ellos no estaban preparados para hablar del tema", comentó la profesora.
Por esa razón, enfocaron el estudio en la salud mental de los astronautas, un aspecto no contemplado por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EEUU (NASA).
"Es impresionante que algo que ni ahí de imaginarnos nosotros, sucede y sucede tanto, porque la verdad es que todos los astronautas que viajan lo sufren y eso en realidad no está tratado por la NASA y algún grupo de apoyo", dijo Tamara Balaguer.
Una ciudad atrás
"Fue un recibimiento muy cálido, siempre es lindo que te reconozcan el esfuerzo, más allá del premio; nos emocionamos un montón, fue muy lindo que tuvieran esa iniciativa sin que nadie les dijera nada", dijo Balaguer, la más joven del equipo con 14 años.
La joven destacó el apoyo de sus vecinos y de compañeros y funcionarios de la institución educativa.
"Sentimos el apoyo de la ciudad en todo momento, obviamente se necesitaban fondos para viajar y la gente estuvo colaborando un montón y ni hablar del liceo", aseguró Balaguer.
González destacó que sus colegas de otras asignaturas colaboraron "en todo momento" para que los miembros del equipo no perdieran sus clases además de la dirección del instituto hasta los funcionarios de servicio "que siempre estaban disponibles".
En la competencia de Houston participaron instituciones de más de 30 países.