"En Buenos Aires, muy hábilmente, Evo ha desmontado cualquier intención política que de aquí a octubre pudiera alentar la ultraderecha de la región para mostrar a Bolivia con la imagen de un Gobierno, un presidente y un Estado aislado en la subregión", dijo el también exministro de Gobierno de Morales (2015).
El izquierdista Morales se reunió el 22 de abril con el presidente de centro-derecha argentino Mauricio Macri para confirmar varios acuerdos de cooperación económica y tecnológica, al término de una visita que había empezado el día anterior con un masivo acto proselitista con la comunidad boliviana en Argentina.
Desde que la crisis de Venezuela ahondara las diferencias entre los gobernantes sudamericanos, el del 22 de abril fue el primer encuentro directo entre Morales, un firme aliado del presidente venezolano Nicolás Maduro, y Macri, uno de los líderes que alienta el cambio de Gobierno en Caracas.
Apuntó que, al menos públicamente, el encuentro Morales-Macri "omitió tocar urticantes de política internacional sobre los que se sabe que ambos líderes están en posiciones distintas, pero al mismo tiempo se privilegió otro tipo de relación positiva para ambos lados".
Esa "relación positiva", dijo, se asienta en la complementariedad en materia de energía, negocios e inversiones sobre los que ambos gobiernos han trabajado en los últimos años al margen de sus diferencias políticas.
Argentina ha confirmado su compromiso de seguir adquiriendo gas natural boliviano, y electricidad dentro de unos meses.
Al mismo tiempo que ha abierto las puertas a inversiones bolivianas en negocios de gas natural licuado, entre otros acuerdos anunciados el 22 de abril.
Móldiz dijo que el encuentro en Buenos Aires debía ser visto en perspectiva junto con recientes visitas de Morales a los líderes de India, Rusia, Turquía y China, con los que Bolivia construye una imagen internacional de autonomía para desarrollar relaciones con todo el mundo sin perder su identidad "antiimperialista".
El analista consideró muy probable que Morales y Macri no hayan hablado mucho, si es que lo hicieron, de la situación de Venezuela o de procesos de integración regional como el Mercado Común del Sur o el Foro para el Progreso de América del Sur.
"Son conocidas las posiciones diferentes de ambos jefes de Estado sobre estos asuntos y hábilmente se han concentrado en sus coincidencias, hablando de negocios más allá de la coyuntura", añadió Móldiz.
Sobre el acto proselitista de Morales en Buenos Aires, ciudad donde vive la mayor colonia de bolivianos en el extranjero, el analista opinó que podría haber marcado la línea de la incipiente campaña electoral.
La masiva bienvenida a Morales en Buenos Aires contrastó con la casi desapercibida visita proselitista que hizo hace varias semanas a esa misma ciudad el candidato opositor y expresidente Carlos Mesa (2003-2005).
"Definitivamente hay una gran diferencia de capacidad de convocatoria; eso va a marcar, y ya lo está haciendo, una relación de fuerzas favorable a Evo, la gran pregunta es cuál va a ser la diferencia final en la votación de octubre", añadió.
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El gobernante Movimiento al Socialismo de Morales ha programado iniciar oficialmente su campaña electoral el 18 de mayo, una semana antes de que el Tribunal Supremo Electoral lance la convocatoria a las elecciones de octubre.
