"El Gobierno de México lamenta la decisión de Estados Unidos de aplicar por primera vez en la historia el Título III de la Ley Helms-Burton, que permitirá a ciudadanos estadounidenses interponer demandas, a partir del 2 de mayo, en contra de empresas que hagan uso de propiedades confiscadas después de la Revolución cubana en 1959", declaró la Secretaría de Relaciones Exteriores.
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El comunicado añade que esta medida "puede afectar a empresas extranjeras que hacen negocios en y con Cuba, por lo que el Gobierno de México protegerá a las empresas mexicanas que hacen o tienen interés en hacer negocios con Cuba y que pudieran ser afectadas".
"Como lo ha hecho históricamente, México rechaza la aplicación de leyes comerciales unilaterales con carácter extraterritorial, pues violan las normas del derecho internacional. En este sentido, México refrenda su apoyo al fin del bloqueo económico y comercial impuesto contra Cuba", subrayó la Cancillería.
La ley Helms-Burton, aprobada en marzo de 1996 por el Congreso de EEUU, codifica legalmente el bloqueo económico, comercial y financiero que Washington mantiene contra La Habana desde 1962.
Ese apartado de la ley permaneció suspendido de manera ininterrumpida desde su entrada en vigor, por períodos renovables de seis meses, como parte de un acuerdo de entendimiento alcanzado entre la UE y Estados Unidos en 1998.
Sin embargo, en enero pasado el Gobierno de EEUU decidió restringir los periodos de suspensión del título III.
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Desde el pasado el 4 de abril, la suspensión se encuentra vigente sólo hasta el 1 de mayo.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció el 17 de abril que la administración del presidente estadounidense Donald Trump activará el título III de la Ley Helms-Burton a partir del 2 de mayo.
La subsecretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Kimberly Breier dijo que la Comisión de Resolución de Reclamos Internacionales certificó casi 6.000 demandas por propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba desde la década de los 1960, por un valor aproximado de 2.000 millones de dólares. Con intereses, ese valor podría llegar a los 8.000 millones de dólares, según ella.