"Al lado de presidente Jair Bolsonaro y del ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, la ministra Tereza Cristina destacó a los 37 embajadores árabes (sic) presentes en la cena que Brasil y el mundo islámico están unidos por lazos de amistad sólidos y longevos", informó el ministerio de Agricultura y Ganadería en una nota oficial.
La cena tuvo lugar en Brasilia y fue organizada por la Confederación Nacional de la Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), la patronal que agrupa a los productores rurales de pequeño, medio y gran porte.
Bolsonaro hizo un breve discurso afirmando que pretende visitar los países árabes en breve y que está "de brazos abiertos a todos, sin excepción", según la nota del ministerio.
Según la ministra, las naciones que componen la Organización para la Cooperación Islámica absorben el 19 por ciento de las exportaciones agrícolas y ganaderas de Brasil, un flujo comercial que en 2018 representó 16.000 millones de dólares.
Los países islámicos importan el 58 por ciento de las ventas de caña de azúcar brasileña, el 37 por ciento de la carne de pollo y el 23 por ciento de carne bovina, dijo a modo de ejemplo de la importancia de estos países para Brasil.
La relación con el mundo árabe se había vuelto tensa hace meses, cuando Bolsonaro anunció su intención de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí la embajada brasileña, que actualmente se encuentra en Tel Aviv.
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Los países islámicos expresaron su desagrado, la Liga Árabe llegó a publicar una carta al respecto, y dejaron entrever que la decisión podría acarrear un boicot a las exportaciones brasileñas.
Durante su reciente visita a Israel, Bolsonaro no anunció el traslado de la embajada, sino la apertura de una oficina comercial en Jerusalén, una solución intermedia que buscaba rebajar la polémica pero que según diversos especialistas consiguió decepcionar a ambas partes.
