"Es una volada, un rumor, algo producto del ocio, de la mala fe, lo de la supuesta renuncia de Marcelo Ebrard", dijo el jefe del poder Ejecutivo en conferencia de prensa.
El mandatario respondió a una pregunta acerca de esa versión del periódico especializado en finanzas, señalando que sus adversarios políticos "están muy nerviosos, tienen que tomar más te de tila o pasiflora, inventan muchas cosas".
Sin embargo, reafirmó que en la actual Administración "hay libertad, más que antes, y derecho a disentir".
El texto de Pretelín señala que "un presidente sin brillo internacional mantiene a su secretario de Relaciones Exteriores como una pieza ornamental", citando cinco episodios que habrían causado la molestia del canciller.
López Obrador replicó que los periodistas "echan a volar la imaginación", recordando un episodio con un directivo del diario Reforma, a principios de este año.
"El dueño de un periódico inventó que lo andaban persiguiendo por no pagar impuestos", señaló, para reforzar su desmentido.
Según El Economista, el primero de cinco "exámenes" para el jefe de la diplomacia mexicana ocurrió con la visita del presidente venezolano Nicolás Maduro a Palacio Nacional, el día de la toma de posesión presidencial, el 1 de diciembre pasado.
El segundo desencuentro habría ocurrido semanas después, cuando decenas de países decidieron "romper de facto sus relaciones diplomáticas" con Venezuela, y México se deslindó.
Según Pretelín, el tercer episodio fue el nacimiento del Mecanismo de Montevideo para la mediación en la crisis venezolana, cuando "Uruguay apuñaló a Ebrard el día que llegó a Montevideo", al unirse al Grupo de Contacto Internacional promovido por la Unión Europea, dejando a México aislado.
Y el quinto evento habría ocurrido en Palacio Nacional, cuando un grupo de congresistas estadounidenses, del Comité de Exteriores, se reunió con el presidente y el canciller aparece en una foto "medio perdido entre cabezas".
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Ebrard fue sucesor de López Obrador como jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2006-2012) por el Partido de la Revolución Democrático (PRD, centroizquierda), quien según El Economista también ha tenido y aún tiene ambiciones presidenciales.
