El almirante holandés Jakob Roggeveen había recorrido medio mundo cuando divisó la isla, el domingo 5 de abril de 1722. Había partido desde Europa con el objetivo de encontrar una isla descrita anteriormente por el pirata inglés Edward Davis y creyó haberla encontrado. Era día de Pascua y, por eso, no dudó en darle el nombre con el que aún se la conoce: 'Isla de Pascua'.
Al igual que en la actualidad, los primeros europeos en llegar a la isla quedaron impactados por los 'moái', esas cabezas talladas en roca volcánica que rápidamente hicieron famosa a la Isla de Pascua o 'Rapa Nui', el nombre que le daban los nativos.
Precisamente, cuando Roggeveen llegó a la isla encontró unos 2.000 nativos rapanui, que venían de años de enfrentamientos internos producto de la escasez de recursos naturales en la isla.
A la llegada del holandés les seguirían las visitas de más europeos. En 1770, una expedición que había partido desde Perú tomó posesión de la isla en nombre de la Corona española. Los españoles ubicaron a la isla en los mapas, permitiendo que otros europeos recalaran sucesivamente como escala en sus viajes hacia Oceanía.
La sucesión de invasiones provocó que la población nativa de la isla se redujera a 110 individuos, su mínimo histórico.
Mientras tanto, Chile ya había puesto sus ojos sobre la isla y en 1887 envió al capitán de su Armada Policarpo Toro a negociar con los nativos una posible anexión. Finalmente el 9 de septiembre de 1888 firman un tratado en que los habitantes de la isla ceden la soberanía a Chile pero mantenían sus títulos y propiedades.
Relacionado: El líder de los rapa nui revisa en Londres la obra robada por los británicos
En 1895 el Gobierno chileno alquiló las islas a los hermanos Enrique y Numa Merlet, que se asociaron con la empresa británica Willamson, Balfour & Co. y formaron la 'Compañía Explotadora de Isla de Pascua', destinada a la producción de lana en la isla.
La compañía obligó a los nativos a trabajar la tierra y delimitó el espacio en el que podían residir a la zona en la que actualmente se ubica la localidad de Hanga Roa. Para salir de esa zona, los nativos debían solicitar 'permisos' a los propietarios de la empresa para cazar o pescar en otras partes de la isla.
De todos modos, la misma investigación da cuenta de cómo varios nativos recuerdan con menor rencor esa etapa, a la que atribuyen la utilidad de haber 'enseñado' a trabajar la tierra, en comparación la etapa en que el territorio estuvo controlado por la Armada Chilena, a partir de diciembre de 1953.
Según Hucke, "es durante ese período en donde se registra la mayor cantidad de tratos vejatorios y abusos hacia la comunidad". En efecto, en esa época "se castiga azotando, encadenando, rapando cabezas y encarcelando".
También: Dos décadas de resistencia en Chile: nuevos conflictos por la minera Los Pelambres
Una revuelta de nativos en 1964 obligó al Gobierno chileno a aprobar la denominada 'Ley Pascua', que convirtió a la isla en una nueva jurisdicción administrativa dependiente de la Región de Valparaíso.
En 2003, los habitantes de la isla presentaron ante Naciones Unidas una solicitud para ser considerados 'territorio especial'. El cambio de estado llegaría en 2007, cuando una reforma constitucional del país suramericano otorgaría características especiales a la isla.