"La defensa de la democracia en Venezuela no es un tema ni de izquierda ni de derecha, es de sentido común para defender las libertades en todo el hemisferio", dijo Duque ante periodistas en la apertura de la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Cartagena (norte), indicó la Presidencia de Colombia.
Según el mandatario colombiano, "algunos han tratado de llevar la discusión de lo que ocurre en Venezuela como si se tratara de una disputa de balances geopolíticos propios de la Guerra Fría", cuando lo que se debe hacer, a su juicio, "es defender a ultranza la democracia, los derechos humanos, la separación de poderes".
Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional para que actúe contra la administración de Nicolás Maduro "en el marco de la legalidad, en el marco de la diplomacia, en el marco de la presente presión, con la expresión libre (…) y Venezuela pueda volver a soñar con la esperanza y el orden institucional".
Al respecto dijo que Unasur "fue constituida como una herramienta para fracturar el Sistema Interamericano", y agregó que "lo más grave" fue "guardar silencio cómplice frente a los atropellos que estaban ocurriendo en muchos países".
Duque resaltó la firma la semana anterior de la Declaración de Santiago, que protocolizó el nacimiento del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), integrado por Argentina, Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Paraguay y Guyana.
Explicó que este foro multilateral es "una nueva visión de integración no ideologizada, no burocrática y que propicia el diálogo de los gobiernos sobre tres pilares fundamentales: la defensa de la democracia, la defensa de los derechos humanos y la defensa de la economía de mercado con sentido social".
Colombia lidera, junto con Estados Unidos, una campaña internacional para que se dé un cambio de gobierno en Venezuela y Maduro ceda el poder al diputado opositor Juan Guaidó.
El pasado 5 de enero, Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, parlamento unicameral en desacato desde 2016.
Luego, el 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anuló su designación, Guaidó se proclamó a sí mismo como "presidente encargado" de Venezuela tras apelar un artículo constitucional que prevé esa figura en caso de que exista un vacío de poder, pero no bajo el argumento de "usurpación del cargo", como alegó.
Más aquí: El gobierno en la sombra y la parálisis estratégica: hipótesis de conflicto para Venezuela
El presidente Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición califica de fraudulentas, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a Estados Unidos de haberlo orquestado.
Guaidó fue reconocido de inmediato por los EEUU y Colombia, a los que se sumaron unos 50 países, mientras que Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros, mantienen el apoyo al Gobierno de Maduro.
