Los datos oficiales "muestran un amplio margen y holgura en el perfil de la deuda externa pública del país. (…), comportamiento que denota un endeudamiento público sostenible, con indicadores situados muy por debajo de los límites establecidos en los estándares internacionales", dijo la entidad en el informe, publicado en su sitio web.
En 2018, Bolivia recibió desembolsos de créditos por 1.168 millones de dólares y pagó 692 millones de dólares por capital e intereses, de lo que resultó una transferencia neta positiva de 476 millones de dólares.
Según el BCB, la deuda externa no implica un riesgo y, por el contrario, refleja la fortaleza de la economía boliviana, porque se mantiene muy por debajo de los niveles máximos recomendados por organismos internacionales.
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En relación con el Producto Interno Bruto, el saldo de la deuda boliviana representaba 24,9% a fines de 2018, en comparación con el límite referencial de 50% establecido por la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
El "ratio" del saldo de la deuda externa sobre las exportaciones era de 98% a fines de 2018, poco más de la mitad del límite referencial establecido por las dos entidades internacionales de crédito.
En 2005, el saldo de la deuda externa pública boliviana era de 4.941 millones de dólares y el PIB sumaba 9.574 millones de dólares, con un ratio de 51,5%, ligeramente por encima del límite recomendado por la CAN.
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En 2018, la relación bajó a la mitad, porque el PIB nominal llegó a 40.885 millones de dólares, con un crecimiento previsto de 4,5% en 2019.
El informe reveló que Bolivia tiene contratados con países y organismos internacionales otros 5.633 millones de dólares en créditos para diversos proyectos de desarrollo, que espera recibir en los próximos años.