"Hemos avanzado en acuerdos que tienen que ver con el funcionamiento de la negociación. Ahora nos centraremos en la definición de los testigos y acompañantes de la negociación", publicó la Alianza en su web al iniciarse la quinta jornada de conversaciones.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua informó el 4 de marzo en un comunicado que ninguna de las partes la había invitado a participar en el proceso, aunque el Gobierno del presidente Daniel Ortega informó que el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag estuvo presente en la reunión de ese día.
Aun así, el Episcopado estimó que su participación en las negociaciones no era necesaria, y en carta firmada por el obispo de Estelí, Juan Abelardo Mata, aseguró que su mayor aporte será "acompañar al pueblo en sus sufrimientos y dolores, en sus esperanzas y alegrías".
El religioso cuestionó la capacidad de decisión de los interlocutores del Gobierno, a los que calificó como "personas que han tenido un recorrido político poco transparente".
En cuanto a la Alianza, el obispo Mata dijo que "no termina de conformar una representatividad verdadera de todas las fuerzas vivas del pueblo".
Nicaragua vive una crisis política y social desde mediados de abril pasado, cuando un intento de reforma al sistema del Seguro Social desató violentas protestas contra el Gobierno, acompañadas por actos que el oficialismo tildó de "terroristas".
Entonces fue convocado un diálogo nacional auspiciado por la Iglesia Católica, que se suspendió en junio pasado, en medio de acusaciones y falta de consenso entre las partes.
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El pasado 17 de febrero, el Gobierno acordó con líderes del empresariado local iniciar una negociación enfocada en el bien común de esa nación centroamericana, con el auspicio de la Iglesia Católica.