"En el Pleno Mujer del 7 de marzo (un pleno dedicado a temas exclusivamente femeninos) se va a debatir esta iniciativa que, creemos, se propone con el objetivo de darle poder a la mujer para la libre elección sobre su descendencia", afirma a Sputnik Élida Guerra, abogada de Promsex, organización dedicada a la defensa de los derechos femeninos.
La iniciativa, impulsada por la congresista Marisa Glave de la agrupación Nuevo Perú (izquierda), plantea que el apellido que llevará el niño como primero parta de una decisión consensuada de la pareja.
De esta manera, el padre y la madre podrán establecer qué apellido llevará en primer lugar y que así éste sea el que perdure pues, según leyes peruanas vigentes, el apellido materno se pierde cuando el hijo o hija tiene descendencia.
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Según Guerra, esto es uno de los aspectos del proyecto; pero también se está buscando resolver legalmente y de manera expeditiva y eficiente aquellos casos en los que el padre abandona a la mujer.
Según comenta la experta, las leyes peruanas exigen a la madre que inscriba a su hijo en la municipalidad del distrito donde ha nacido.
Allí se expide una partida de nacimiento con la cual se realiza posteriormente la inscripción del menor en el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec).
"Antes a la mujer se le exigía la presencia del padre al momento de inscribir a su hijo en la municipalidad, y en caso de que el padre no quisiera, ella era la que debía rogar porque vaya a firmarlo e inscribirlo", sostiene Guerra.
Así, con esta inscripción y la partida de nacimiento está en capacidad de iniciar un proceso ante la justicia en el que el padre, y no ella, tenga que demostrar la eventual falsedad de la paternidad.
"Lo provechoso de este proyecto de ley es que todo el ordenamiento legal sobre la inscripción y el nombre de los hijos están establecidos por normas de rango menor y no por una ley de peso, como la que se busca aprobar", detalla Guerra.
Si al proyecto de ley se le da luz verde, la madre tendrá un respaldo legal mayor para decidir junto a su pareja el nombre del niño, o contará con un respaldo legal más sólido en caso enfrente un problema de abandono.