"Su discurso no fue alentador, no dijo que 'nos hemos equivocado" o "vamos a cambiar", dijo "seguiremos en el mismo rumbo'", señaló De Mendiguren, legislador del partido peronista Frente Renovador.
Estos rubros de la economía "están con graves dificultades; esperábamos algún anuncio que no existió: al contrario, más que todo comprobamos que el diagnóstico del presidente sobre la situación actual de la industria y pyme está lejos de la realidad, por lo tanto no nos hace ser muy optimistas en el mediano y largo plazo", explicó el legislador.
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A lo largo de su alocución, que se extendió por casi una hora, el jefe de Estado afirmó que las bases del país habían cambiado para mejor, una aseveración con la que el diputado se mostró en desacuerdo.
"Dice que las reforma estructurales están hechas, pero no ha habido ninguna", afirmó De Mendiguren.
"Dijo que lo peor ya había pasado, cuatro veces lo dijo, y que las bases del progreso ya estaban, y que ahora se empezarían a ver los resultados", rememoró De Mendiguren.
El mandatario pronosticó, por ejemplo, una inflación de 10% cuando luego en enero el encarecimiento de precios llegó a 49,3% interanual.
Macri también afirmó por entonces que el país crecía 1,5%, "pero terminamos con dos puntos de decrecimiento", y además el tipo de cambio se depreció 84,6% durante 2018.
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"El nivel de error de diagnóstico y de proyecto fue enorme", resumió el diputado nacional.
En ese sentido, "si en mi empresa hago eso, lo menos que hago es cambiar, pero hoy vimos a la derecha del presidente el mismo tipo de pronóstico desacertado para Argentina", manifestó.
Macri nervioso
A diferencia de otros discursos, en algunos momentos de su intervención el jefe de Estado se mostró crispado y nervioso, pero De Mendiguren lo atribuyó a una puesta en escena.
"Lo vi armado al mejor estilo kirchnerista, con adictos de su partido alrededor, sin dejar que a las gradas pudiera entrar gente de otros partidos", describió el diputado.
El mandatario, que tuvo que interrumpir varias veces su intervención por los gritos de las bancadas opositoras que lo increpaban desde sus asientos, "se enojaba y confrontaba en los temas que sabía que tenían rédito político", añadió el exministro.
Atentos también a las elecciones presidenciales que se celebran en octubre de este año, los legisladores opositores recibieron al presidente Macri con carteles en los que se leía "hay otro camino".
Macri, que atraviesa el cuarto y último año de su mandato, espera revalidar su cargo en las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre.