"Queremos reforzar que la operación brasileña tiene carácter exclusivamente de ayuda humanitaria, no habiendo ningún otro interés de nuestro país en el empleo de cualquier otro frente en este momento", afirmó en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia.
Cuestionado sobre la posibilidad de que haya una amenaza de guerra y posibles combates, Rego Barros negó esa opción: "No estamos trabajando con ninguna posibilidad de ataque en este momento", remarcó.
Al ser consultado sobre si hay misiles de defensa aérea venezolanos posicionados en la frontera y dirigidos hacia Brasil, el portavoz se limitó a decir que no confirma esa información.
Sobre las especulaciones de cierre del espacio aéreo venezolano, afirmó que el Gobierno brasileño trabaja con la información de que los vuelos comerciales están autorizados pero que aviones militares no pueden sobrevolar Venezuela.
Rego Barros aseguró que las centrales termoeléctricas de la región son capaces de abastecer a la población y que hay previsión de complementar el abastecimiento con convoyes de diésel.
El portavoz de Bolsonaro también informó que la operación de entrega de ayuda humanitaria prevista para el 23 de febrero sigue en pie, a pesar de que la frontera está cerrada.
Según dijo, un camión venezolano cargado de alimentos ya se encuentra en Boa Vista, donde se reúne toda la ayuda (a 215 kilómetros de Pacaraima, en la frontera) y otros cuatro están en camino.
El plan del Gobierno brasileño prevé que camiones conducidos por venezolanos entren en territorio brasileño a buscar las donaciones.
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Teniendo en cuenta el bloqueo de la frontera, el portavoz aseguró que si los camiones no pueden entrar en Venezuela los intentos se retomarán diariamente, sin plazo para acabar.
Antes de las declaraciones del portavoz del Gobierno a la prensa, el presidente Bolsonaro convocó una reunión de urgencia en el Palacio del Planalto a la que acudieron representantes de 13 ministerios.
