"Este 21F se da en un escenario diferente, la indignación y repudio ciudadano crecen por la habilitación ilegal de los inhabilitados por el pueblo. Bolivia Dijo No", escribió en su cuenta de Twitter el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, jefe de Demócratas, el mayor partido opositor.
El gobernante, cuyo partido el Movimiento al Socialismo es mayoritario en el parlamento, con influencia en los otros poderes del Estado, logró que su candidatura sea habilitada por el Tribunal Electoral tras un fallo favorable del Tribunal Constitucional que dejó sin efecto el referéndum.
"La voluntad popular está por encima todas las instituciones y nadie puede cambiar el veredicto del pueblo. El 21F marcó un punto de inflexión en la historia del país y [esa fecha] nadie podrá borrarla, ni sentencias constitucionales, ni habilitaciones ilegales", afirmó Costas.
El gobernador cruceño pareció referirse así a una declaración de Morales de que las elecciones primarias y una reciente visita al país de la Corte Interamericana de Derechos Humanos habían "enterrado" al 21F.
"El 21F se trasladará al 27 de octubre [comicios generales] y allí el presidente va a comprobar un segundo y categórico No a su ilegal postulación a la presidencia", dijo el expresidente Mesa, según publicó el diario La Razón.
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Beto Astorga, líder de la agrupación ciudadana Otra Izquierda es Posible, dijo que las protestas del jueves serán "un paso de unidad para derrotar a la dictadura masista".
El viceministro de Coordinación con Movimientos Sociales, Alfredo Rada, restó importancia a estas convocatorias y aseguró que el Gobierno las garantizaba como "una demostración de la fortaleza de la democracia y la vigencia de la libertad de expresión".
Agregó que el oficialismo no prepara ningún acto en contraposición a las protestas, como ocurrió en los dos aniversarios pasados del 21F.