"Vamos a seguir adelante, a partir de la semana entrante, con el propósito de buscar comunicación entre las partes y empezar a ver los temas más urgentes", dijo Ebrard en conferencia de prensa.
El primero de los temas que intentará abordar ese grupo con el Gobierno y la oposición del país caribeño "es la situación humanitaria que vive Venezuela", dijo el jefe de la diplomacia mexicana.
La delegación explorará "si somos útiles, porque se requerirá que las partes estén de acuerdo; y eso no lo sabremos hasta la semana entrante, que las personas que mencioné establezcan contacto con las partes", indicó.
El Mecanismo en Montevideo sobre Venezuela plantea cuatro fases a implementar durante un "periodo razonable" acordado por las partes: "diálogo inmediato, negociación, compromisos e implementación".
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Si se logra que las partes venezolanas dialoguen, los resultados pueden ser "salidas políticas, salidas pacíficas, pero eso no lo estamos determinando de antemano", explicó Ebrard.
El canciller mexicano dijo que "no hay contradicción" con el GIC, que integran países europeos y latinoamericanos.
El GIC llamó este jueves a restaurar el Estado de derecho en Venezuela, establecer garantías para celebrar elecciones y reconocer a la Asamblea Nacional (parlamento) con predominio opositor.
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El documento del GIC señala el objetivo de "apoyar una resolución pacífica, política, democrática y propiamente venezolana de la crisis, excluyendo el uso de la fuerza a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles, de acuerdo a la Constitución venezolana".
La declaración del GIC fue firmada por Uruguay, la UE, Costa Rica, Ecuador, España, Italia, Portugal, Suecia, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido.
Bolivia es parte del GIC, pero no suscribió el documento, mientras que México participó del encuentro pero decidió no integrar el Grupo de Contacto, porque considera que impone precondiciones a un diálogo.