"A través del mecanismo regional, América Central y México continúan demostrando la importancia de trabajar juntos para responder a las necesidades de protección y crear soluciones duraderas para aquellas personas que se ven forzadas a huir de sus hogares", dijo Giovanni Bassu, representante regional del Alto Comisionado de Naciones Unidas para América Central y Cuba.
Además participarán actores nacionales e internacionales relevantes para promover la efectiva implementación del mecanismo, mediante acciones a partir de la coordinación de cada Estado y a nivel regional.
"El MIRSP constituye la respuesta de nuestra región al Pacto Global para la Refugiados", recién alcanzado en el marco de las Naciones Unidas, dijo el diplomático.
Según cifras oficiales de ese mecanismo el número de personas de sus países que se han visto "obligadas a huir por situaciones de violencia y persecución creció a más de 311.000 a mediados del 2018", dijo.
Además, "solo en 2018, 40.000 solicitantes de asilo de Venezuela y Nicaragua han buscado protección en países de Centroamérica", indica un comunicado de la cancillería.
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El funcionario federal expresó la determinación del nuevo Gobierno que comenzó en diciembre pasado por "atacar las raíces que dan lugar al desplazamiento forzado de las personas, que le exige jugar un papel protagónico en el desarrollo de esta importante empresa".
López Obrador estima que el abandono y atraso de regiones del sureste de su país y Centroamérica son las causas que generan pobreza y violencia que expulsa a las poblaciones.
México forma parte de MIRPS desde sus inicios para el cumplimiento de sus compromisos nacionales durante 2018, el primer año de implementación.
Durante ese periodo, las autoridades mexicanas convocaron a mesas de trabajo interinstitucionales que, entre otras cosas, hicieron posible la creación de la Clave Única de Registro de Población provisional para solicitantes de asilo.
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Desde diciembre más de 15.000 personas han recorrido el territorio nacional reunidos en caravanas por temor a sufrir ataques y deportaciones, pero el nuevo Gobierno ha cambiado su política y ofrece trato humanitario sin deportaciones a quienes se acogen a las normas de manera "ordenada y segura".
"Todavía falta mucho camino para contar con un sistema de asilo robusto y una verdadera política pública de integración, algo que México podrá impulsar ahora desde la primera presidencia pro-tempore de MIRPS", dijo Ramírez.
La presidencia temporal tendrá como objetivo principal "potenciar en la práctica la intención de los países de trabajar por fortalecer la protección de las personas refugiadas, solicitantes de asilo desplazadas y retornadas en la región".
La movilidad humana requiere "respuestas integrales y de responsabilidad compartida", dijo la cancillería.
En 2017, los seis países mencionados acordaron crear el MIRPS para implementar capítulos nacionales y desarrollar mecanismos regionales de "cooperación e intercambio de responsabilidades" con la participación de todas las partes interesadas relevantes.
