"Respecto a Alemania, hago un llamado respetuoso para que tengan en cuenta que aquí lo que hay es una batalla común contra el terrorismo y no puede haber protocolo al cual se aluda para efectos de garantizar la impunidad de terroristas", dijo Trujillo en declaraciones difundidas por la Cancillería de Colombia.
"Las relaciones entre Colombia y Alemania son cordiales, de cooperación (…), no obstante, en relación con los temas de los protocolos tenemos una discrepancia fundamental: el presidente [Iván] Duque no ha incumplido nada porque nunca firmó nada", dijo Trujillo.
El canciller colombiano recordó que desde que asumió la presidencia de Colombia, el pasado 7 de agosto, Duque manifestó su voluntad de estudiar la posibilidad de reactivar las negociaciones con el ELN —que suspendió ese día— sólo si la guerrilla dejaba en libertad a todos los secuestrados que tiene en su poder y si cesaba con los atentados a la infraestructura del país.
"La respuesta fue un acto terrorista por fuera de un proceso de negociación, lo cual dio lugar a la activación de las medidas judiciales correspondientes", como los pedidos de extradición de los diez jefes negociadores de paz del ELN que permanecen en La Habana, señaló Trujillo.
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El funcionario se refría al atentado con coche bomba del pasado 17 de enero reivindicado por el ELN contra la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá, que se cobró la vida de 21 estudiantes de esa institución y que dejó 68 más heridos.
Cuba, por su parte, sostiene que respetará los protocolos, así como también lo señaló el Gobierno de Noruega, que hace parte de los países garantes junto con Venezuela, Chile y Brasil.
Los protocolos señalan, entre otras cosas, que en caso de una ruptura de los diálogos de paz, el Gobierno colombiano debe permitir el retorno al país de los delegados del ELN, para lo cual las partes contarán con dos semanas para planear dicho regreso, cuyo procedimiento será redactado en conjunto con los países garantes.
El pasado miércoles, la delegación de paz del ELN señaló a través de un comunicado que debido a la negativa del Gobierno en reconocer los protocolos, no podrá regresar al país en las fechas previstas.
La guerrilla mantenía diálogos públicos de paz desde febrero de 2017 con el entonces gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018) con el objetivo de lograr un Acuerdo Final de Paz como el alcanzado con la ahora desmovilizada guerrilla de las FARC (convertida en partido político de izquierda).
